viernes, 21 de noviembre de 2008

EL BLUES DE LA INSATISFACCIÓN

Este blues, es una canción de Miguel Rios, de su cd ,60 mp3.
Me gusta, porque creo que refleja estupendamemnte, la clase de mundo en el que vivimos.
He buscado, algún video de la canción, para dejaros el enlace, pero no lo he podido encontrar.
Dejo la letra solamente.




Debo estar contento,
vivo como Dios.
Cuando pido un a esperanza
ma dan un cheque al portador.
Se ve que el paraíso
es una multiplicación.

Pero la vida duele
en la televisión.
La corrupcióm y la avaricia
son el perfil del triunfador.
Los corazones tienen miedo
al cañón del cazador.

Cerrado por desolación,
este es el blues de la insatisfacción.
La sociedad se ahoga en el mar.
Flotan mal las tablas de multiplicar,
en el puto mar.

Tambores de guerra
son la maldición.
Flores de muerte y miseria
son las mentiras del honor.
TIrando están sin tregua
balas contra la razón.

Cerrado por desolación,
este es el blues de la insatisfacción.
La sociedad se ahoga en el mar.
Flotan mal las tablas de multiplicar,
en el puto mar.

Sé que otro mundo es posible
apúntate a la insurrección.
Huele a cerrado en la patria
de la desesperación.
Hay que sacar de nuestras vidas
el blues de la insatisfacción.

sábado, 15 de noviembre de 2008

VEINTE AÑOS DEL RECONOCIMIENTO DEL DERECHO DE ISRAEL A EXISTIR

Hace hoy veinte años, el liderazgo palestino trató de vender con una grandilocuente declaración unilateral de creación de un Estado virtual lo que en realidad era: el reconocimiento del derecho de Israel a existir.
Fue la renuncia al 78 por ciento de la Palestina histórica, aunque envuelta en la brillante prosa árabe del poeta nacional palestino Mahmud Darwish, fallecido precisamente este año, y del académico Edward W. Said, quien participó en la versión en inglés.
"El Consejo Nacional Palestino (el Parlamento de la Organización para la Liberación de Palestina), en el nombre de Dios y del pueblo árabe palestino, proclama por la presente el establecimiento del Estado de Palestina en nuestro territorio palestino con capital en Jerusalén", reza el texto, aprobado en Argel.
Evidentemente, la declaración sólo podía tener un carácter simbólico, pues Israel ocupaba Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Sin embargo, generó mucho interés informativo por tratarse de la primera aceptación implícita de que el Estado de Israel no era un pasajero accidente de la Historia, sino que estaba ahí para quedarse.
"Había que darse cuenta de lo que era posible y lo que no. Había cambios irreversibles y tocaba alcanzar un compromiso", recuerda Abdalá Abdalá, uno de los miembros del Consejo Nacional que participó en el proceso en Argel, en conversación telefónica con Efe.
La declaración fue sometida un mes más tarde a votación en la Asamblea General de Naciones Unidas, con el resultado de 104 votos a favor, dos en contra (Israel y EEUU) y 36 abstenciones; y el consiguiente aumento del rango de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de observador a "Palestina".
El paso vino en gran parte motivado por el tempo de los acontecimientos.
La Primera Intifada había estallado un año antes, como una revuelta espontánea contra la ocupación de "piedras contra tanques", como solía describirse.
Yaser Arafat quiso entonces capitalizar la protesta y ponerse a al frente antes de que se le fuera de las manos a la OLP que lideraba.
Además, en julio de 1988, Jordania renunció definitivamente a sus pretensiones anexionistas de Cisjordania, que administró entre 1948 y 1967 como si fuera su territorio.
"Sentía entonces que el movimiento nacional palestino se transformaba hacia una comprensión de los cambios regionales e internacionales que se habían dado", asegura Abdalá.
En efecto, veinte años después y sin el ruido de los titulares, la Declaración de Independencia aparece como una aceptación pragmática del verdadero equilibrio de fuerzas en la región.
Lo importante, pese a las vaguedades del texto, es la aceptación que se hizo en la misma sesión del Consejo Legislativo de las declaraciones de Naciones Unidas que implicaban la renuncia palestina a más de tres cuartos de su territorio histórico.
La OLP era ya consciente de que podía seguir reclamando durante generaciones "toda Palestina", desde el Mediterráneo hasta el río Jordán, pero que la realidad sobre el terreno era que Israel había ganado tres guerras (1948, 1967 y 1973) a unos países árabes cuyo apoyo a la causa palestina era ya más retórico que efectivo.
"Fue una decisión difícil que Israel no ha correspondido hasta ahora. Se reconoció su derecho a existir, pero Israel no ha permitido todavía la creación de un Estado palestino", lamentan fuentes de la OLP cercanas al actual diálogo de paz.
La paradoja, en este sentido, es la misma que guía los sesenta años que van desde el establecimiento del Estado hebreo: los palestinos luchan ahora por las migajas de lo que rechazaron en su momento.
Para Israel, esta "ceguera" palestina a aceptar el nacimiento del incipiente Estado judío es la culpable de las posteriores décadas de derramamiento de sangre.
Responsabilidades aparte, la Declaración de Independencia es, ante todo, la prueba de que la historia palestina es una sucesión de derrotas del débil frente al fuerte.
A golpe de realidad, los líderes palestinos han acabado por soñar hoy con lo que, hace veinte años, fue una dolorosa concesión y, sesenta atrás, una pesadilla.

domingo, 9 de noviembre de 2008

HOY HACE CINCO AÑOS

Hace cinco años, Ismael Serrano había comenzado su gira de "Principio de Incertidumbre".
Teníamos entradas para el día 8 de Noviembre en Sagunto y al día siguiente, el 9 de Noviembre, presentaba su disco en la FNAC de Valencia, y luego, un poco después, no recuerdo la fecha actuaba en el Palacios de Congresos de la ciuidad, para todo teníamos ya las entradas compradas.
Pero nos hacía mucha ilusión verlo el día 8 en Sagunto, porque estabamos pasando por malos momentos, el padre de Pepe, mi marido, estaba muy enfermo de cancer, y llevábamos tiempo sin salir, porque necesitaba de nuestros cuidados. Por eso teníamos tantas ganas de verlo actuar, y además hay que añadir que hacía ya tiempo que no lo escuchábamnos en directo.
Pero no pudo ser, algo imprevisto e inesperado nos dejó a todos con el corazón helado.
Una parada cardiorespiratoria, la madrugada del día 7 al 8 de Nobiembre nos dejó sin mi madre para siempre.
El Domingo día 9, de hace cinco años, despues de todo el funeral, Pepe tuvo que marcharse con su padre que había empeorado, no sin antes recordarme que tenía entrada para ir a ver a Ismael en la FNAC. Yo no tenía ganas de ir a ningún sitio, pero él insistió que me sentaría bien, y
sin pensarlo dos veces me dejó allí (lo que le agradeceré siempre), no sin antes desearme que me olvidara de todo un poco y disfrutara de la presentación del disco. Y se marchó con su padre.
Al principio me sentí rara, pero poco a poco la guitarra de Fredy y las canciones de Ismael, me hicieron sentir mejor. Quien ha visto esas presentaciones en la FNAC, sabe lo cercano que está Ismael de todos. Hace de esas reuniones un encuentro entre amigos.
El tiempo pasó rápido, y al terminar todos pensábamos que nos firmaría, pero tenía que tomar el tren de regrso a Madrid y se le hacía tarde. Oí decir que en la estación del Norte mientras esperaba el tren firmaría.
Triste pero a la vez féliz de haber estado, me marché al metro que está en la estación de trenes, el más cercano a la FNAC, y cuando estaba llegando ví que Ismael y todos los que le acompañaban entraban en la estación. La verdad, no me lo pensé dos veces y entré también en la estación. El encuentro fué estupendo, éramos muy pocos y nos atendió con mucho cariño. Recuerdo que mientras le daba el CD para firmar, le conté todo lo que me había pasado, él me escuchó atento y escribió "Que pase el vértigo, que luzca el Sol", me dió dos besos de esos que se dan de cariño, me miró a los ojos y me dijo : " Se fuerte, Carmen y nos vemos en el palacio de Congresos", y me volvió a dar un beso.
Al día siguiente, me encomtraba como si todo lo vivido ese fin de semana hubiese sido un sueño.
Pero no, no fué así, todo lo vivido fué real, tristemente muy real.
Hoy quiero recordar, lo menos triste de se fin de semana, ese buen rato que pasé en la FNAC y el cariño de Ismael en su mirada. Se que él no lo recordarà, pero para mí fué importante, porque entre tanta tristeza encontré un rayito de luz.
Hoy después de cinco años y de verlo varias veces, en firmas y en conciertos, sé que no ha cambiado, sigue siendo esa buena persona, atenta, amable y cariñosa, que aquel día encontré en la estación.
Gracias, ismael y no cambies nunca.