sábado, 15 de noviembre de 2008

VEINTE AÑOS DEL RECONOCIMIENTO DEL DERECHO DE ISRAEL A EXISTIR

Hace hoy veinte años, el liderazgo palestino trató de vender con una grandilocuente declaración unilateral de creación de un Estado virtual lo que en realidad era: el reconocimiento del derecho de Israel a existir.
Fue la renuncia al 78 por ciento de la Palestina histórica, aunque envuelta en la brillante prosa árabe del poeta nacional palestino Mahmud Darwish, fallecido precisamente este año, y del académico Edward W. Said, quien participó en la versión en inglés.
"El Consejo Nacional Palestino (el Parlamento de la Organización para la Liberación de Palestina), en el nombre de Dios y del pueblo árabe palestino, proclama por la presente el establecimiento del Estado de Palestina en nuestro territorio palestino con capital en Jerusalén", reza el texto, aprobado en Argel.
Evidentemente, la declaración sólo podía tener un carácter simbólico, pues Israel ocupaba Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Sin embargo, generó mucho interés informativo por tratarse de la primera aceptación implícita de que el Estado de Israel no era un pasajero accidente de la Historia, sino que estaba ahí para quedarse.
"Había que darse cuenta de lo que era posible y lo que no. Había cambios irreversibles y tocaba alcanzar un compromiso", recuerda Abdalá Abdalá, uno de los miembros del Consejo Nacional que participó en el proceso en Argel, en conversación telefónica con Efe.
La declaración fue sometida un mes más tarde a votación en la Asamblea General de Naciones Unidas, con el resultado de 104 votos a favor, dos en contra (Israel y EEUU) y 36 abstenciones; y el consiguiente aumento del rango de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de observador a "Palestina".
El paso vino en gran parte motivado por el tempo de los acontecimientos.
La Primera Intifada había estallado un año antes, como una revuelta espontánea contra la ocupación de "piedras contra tanques", como solía describirse.
Yaser Arafat quiso entonces capitalizar la protesta y ponerse a al frente antes de que se le fuera de las manos a la OLP que lideraba.
Además, en julio de 1988, Jordania renunció definitivamente a sus pretensiones anexionistas de Cisjordania, que administró entre 1948 y 1967 como si fuera su territorio.
"Sentía entonces que el movimiento nacional palestino se transformaba hacia una comprensión de los cambios regionales e internacionales que se habían dado", asegura Abdalá.
En efecto, veinte años después y sin el ruido de los titulares, la Declaración de Independencia aparece como una aceptación pragmática del verdadero equilibrio de fuerzas en la región.
Lo importante, pese a las vaguedades del texto, es la aceptación que se hizo en la misma sesión del Consejo Legislativo de las declaraciones de Naciones Unidas que implicaban la renuncia palestina a más de tres cuartos de su territorio histórico.
La OLP era ya consciente de que podía seguir reclamando durante generaciones "toda Palestina", desde el Mediterráneo hasta el río Jordán, pero que la realidad sobre el terreno era que Israel había ganado tres guerras (1948, 1967 y 1973) a unos países árabes cuyo apoyo a la causa palestina era ya más retórico que efectivo.
"Fue una decisión difícil que Israel no ha correspondido hasta ahora. Se reconoció su derecho a existir, pero Israel no ha permitido todavía la creación de un Estado palestino", lamentan fuentes de la OLP cercanas al actual diálogo de paz.
La paradoja, en este sentido, es la misma que guía los sesenta años que van desde el establecimiento del Estado hebreo: los palestinos luchan ahora por las migajas de lo que rechazaron en su momento.
Para Israel, esta "ceguera" palestina a aceptar el nacimiento del incipiente Estado judío es la culpable de las posteriores décadas de derramamiento de sangre.
Responsabilidades aparte, la Declaración de Independencia es, ante todo, la prueba de que la historia palestina es una sucesión de derrotas del débil frente al fuerte.
A golpe de realidad, los líderes palestinos han acabado por soñar hoy con lo que, hace veinte años, fue una dolorosa concesión y, sesenta atrás, una pesadilla.

6 comentarios:

Gema dijo...

Las fronteras, siempre motivos de sangre y de sufrimiento.
Gracias siempre por acercarnos la realidad.

Juan Escribano Valero dijo...

Hola Carmen: Me dices en tu comentario. “Veo que te gusta la política” pues veras, como me gusta tu amistad, y quiero que siga durante mucho tiempo, tengo que ser sincero con tigo, por tanto, te digo que no me gusta la política, si esta se ejecutara en la dimensión aristotélica, si me gustaría, pero como se realiza con la dimensión de Ali Baba pues no me gusta, es por eso, por lo que influye en mi vida y por que me cuesta el dinero por lo que la critico, y que los políticos sepan que hay personas normales que no nos gusta lo que están haciendo, y Carmen, se enteran, a mi me llegó un correo del Gabinete de Presidencia diciéndome que no tenia razón, que ZP era maravilloso y que el seño Peces Barba era estupendo por tanto no tenia razón al criticarles. A si que si que leen los periódicos y yo lo que pongo en el blog antes lo he publicado en otros medios.
Como siempre en tu blog se recibe una magnifica lección de Historia,
Con todo respeto un cariñoso saludo
Recuerdos a tu marido

My dijo...

no te preocupes corazón.
fabio (mi novio) se ha vuelto a italia.. durante un año.. son los primeros dias y me siento un poco sola pero sigo siendo muy feliz.. con el blog me desahogo.. =)

estuve mirando lo del concierto de gandía pero cae en domingo y no me viene bien.. pero lo de madrid, no me lo quita nadie.
estaré solo dos filas detras de ti.
que ganas de verte.

un abrazo super mujer.

Álvaro Dorian Gray dijo...

Te recomiendo a Omas Oz y su "pantera en el sótano". Aquello es un genocidio, el estado de Israel, gracias a su poder le cedieron terreno y poco a poco se ha ido haciendo con más y más, y ni las resoluciones de la ONU pueden con ellos, es más poderoso la alianza con EEUU que éstas últimas.
Una vez lo pregunté, ¿por qué Israel juega la Eurocopa?? es considerada como parete de Europa.. privilegios que tienen.
También hay que decir que no comparto las ideas terroristas de Hammas
Saludos y salud

Carlos Felipe dijo...

Complicado el tema...

Se debería responsabilizar al que tuviera la brillante idea de crear el estado de Israel justo en Palestina. Gran idea, gran conflicto.
Entonces, no lo olvidemos, Israel era un recién Estado nacido sin medios propios; pero ya se encargaron algunos, como EE.UU de dotarles de un fuerte poder militar. Tal fue el desarrollo que experimentó que cuando intentaron aniquilarlo nadie pudo con ellos: Israel se convirtió en una nación fuerte: económica y militarmente. Hasta el punto que, a priori más débil que los demás, nadie pudo vencerle.
Me resulta muy curioso como Israel nació como relativo reconocimiento de la comunidad internacional por las atrocidades que Hitler mandó sobre la comunidad Judía. Pero más tarde, al menos en mi opinión, gran parte de Israel han hecho con los árabes palestinos exactamente lo que los judíos denunciaban. En lugar de repartirse territorios y provocar un acercamiento entre pueblos, los tanques, las piedras y los muertos se han multiplicado día a día hasta cifras dramáticas. Mientras, como siempre, la comunidad internacional cruzada de brazos; al igual que está sucediendo con el Sáhara. Lo que ocurre, y deberíamos saberlo todos, que algún día saltará de nuevo el conflicto que hoy es latente pero mañana puede ser real.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Un asunto delicado. Como dice Gema, las fronteras siempre son causa de sufrimiento y normalmente de guerras sangrientas.
Explicaste el tema de maravilla, como siempre sueles hacer. Todo muy bien documentado y es que uno aprende tanto contigo.
Ojalá este conflicto acabe algún día.
Un beso muy fuerte, niña. Hasta pronto.