sábado, 6 de diciembre de 2008

LEVÍTICO

Laura Schlessinger, es una conocida locutora de radio de los Estados Unidos, que tiene un programa en el que da consejos en directo a los oyentes que llaman por teléfono.
Recientemente saltó la polémica ( y más cuando se mezclan temas de religión y homosexualidad, donde cada persona interpreta lo que dice Dios y la Biblia de una manera distinta), cuando la presentadora atacó a los homosexuales.
Ha dicho recientemente que la homosexualidad es una abominación, ya que así lo indica la Biblia en el Levítico, versículos 18-22, por lo que no puede ser consentida bajo ninguna circunstancia.
Lo que transcribo es una carta abierta dirigida a la locutora, escrita por un americano, que ha sido publicada en internet y no tiene desperdicio.
Querida Dra Laura:
Gracias por dedicar tantos esfuerzos a educar a la gente en la Ley de Dios.
Yo mismo he aprendido muchísimo de su programa de radio e intento compartir mis conocimientos con todas las personas que me es posible. Por ejemplo, cuando alguien intenta defender el estilo de vida homosexual me limito tan sólo a recordarle que el Levítico, en sus versículos 8-22, establece claramente que la homosexualidad es una abominación. Punto final.
De todas formas, necesitoalgún consejo adicionalde su parte respecto a algunas otras leyes bíblifas en concreto y cómo cumplirlas:
1.Me gustaría vender a ni hermana como esclava, tal como indica el Éxodo 21-7. En los tiempos que vivimos, ¿qué precio piensa que sería el más adecuado?.

2.El Levítiso,"25-44, establece que puedo poseer esclavos, tanto varones como hembras, mientras sean adquiridos en naciones vecinas. Un amigo mío asegura que es aplicable a los mejicanos, pero no a los canadienses. ¿ Me podria aclarar este punto?,¿ Por qué no puedo poseer canadienses?

3.Se que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras esté en su período de impureza menstrual (Lev 5-19-24). El problema que se me plantea es el siguiente: ¿cómo puedo saber si lo están a no?. He intentado preguntarlo pero bastantes mujeres se sienten ofendidas.

4.Tengo un vecino que insiste en trabajar el Sábado. El Éxodo 35-2, clramente establece que ha de recibir la pena de muerte. ¿Estoy moralmemte obligado a matarlo yo mismo?, ¿Me podría apañar usted este tema de alguna manera?.

5. El Lev 21-20, establece que uno no puede acercarse al altar de Dios si tiene un defecto en la vista. He de confesar que necesito gafas para leer. ¿ Mi agudeza visual tiene que ser del 100%?. ¿ Se puede relajar un poco esta condición?

6. La mayoria de mis amigos (varones) llevan el pelo arreglado y bien cortado, incluso en la zona de las sienes, a pesar de que esto está expresamente prohibido en el levítico, 19-27. ¿Cómo han de morir?

7. Sé gracias al levítico 11-6-8 que tocar la piel de un cerdo muerto me convierte en inpuro. Aún así ¿puedo continuar jugando al furbol si me pongo guantes?

8. Mi tio tiene una granja. Incumple lo que se dice en el levítico 19-19, ya que planta dos cultivos distintos en el mismo campo, y también lo incumple su mujer, ya que lleva prendas hechas de dos tipos de tejido diferentes (algodón y poliéster). Él además se pasa el día maldiciendo y blasfemando. ¿Es realmente necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para lapidarlos (Lev 24-10-16)?. ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión faniliar privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos (Lev 20-14)?.

Sé que usted ha estudiado estos suntos con gran profuncidad, así que confio plenamente en su ayuda.

Gracias de nuevo por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable.

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martes, 2 de diciembre de 2008

JOAN BAPTISTA HUMET

Ayer moría en Barcelona, el cantautor valenciano, Juan Baptista Humet, de un cancer de estómago a los 58 años.
En su memoria dejo una de sus canciones más conocidas, Clara.

Clara,
distinta Clara,
extraña entre su gente, mirada ausente.


Clara,
a la deriva,
no tuvo suerte al alegir la puerta de salida.


Clara,
abandonada
en brazos de otra soledad.


Esperando hacer amigos por la nieve
al abrigo de otra lucidez,
descubriendo mundos donde nunca llueve,
escapando una y otra vez.


Achicando penas para navegar...
estrellas negras vieron por sus venas
y nadie quiso preguntar.


Clara,
se vio atrapada,
abandonó el trabajo,
se vino abajo.


Clara,
languidecía
perdida en un camino de ansiedades y ambrosías.


Clara,
no dijo nada
y un día desapareció.


Recorriendo aceras dicen que la vieron
ajustando el paso a los demás,
intentando cualquier cosa por dinero
para incarse fuego una vez más.


Esa madrugada
Clara naufragó,
tenía el mar de miedo en la mirada,
las ropas empapadas
y el suelo por almohada,
y lentamente amaneció.


Se echarán de menos tus silbidos en las canciones. Adiós, Joan