EL AIRE QUE RESPIRAMOS

El aire que respiramos está compuesto mayoritariamente, por una proporción determinada de Nitrógeno, Oxígeno, Argón, Dióxido de Carbono, y vapor de agua. Cuando hablamos de contaminación, nos referimos a la alteración de esta composición, producida por causas naturales o actualmente mayoritariamente por el hombre.
La industria y el transporte son las dos principales fuentes de contaminación atmosférica producidas por el hombre.
Datos oficiales concluyen que el transporte público de pasajeros junto con el trasporte privado y de mercancías, genera el 80% del total de los contaminantes en nuestra atmósfera.
Como consecuencia de esta contaminación se han generado algunos de los principales problemas ambientales:
la lluvia ácida
el calentamiento global
el agujero de la capa de ozono.
Además del daño medioambiental, las emisiones contaminantes producen daños en la salud de los ciudadanos.
Actualmente, el transporte de pasajeros y el de mercancias en las áreas urbanas, son objeto de estudios y programas específicos en toda Europa. En concreto existe un creciente interés por la logística de los servicios de reparto, especialmente en el centro de las ciudades. Con el objetivo de reducir emisiones contaminantes en los principales núcleos de las ciudades , se lanza un proyecto denominado "zonas de bajas emisiones en ciudades europeas". A través de este tipo de programas, se estudia cómo disminuir la contaminación generada por el transporte de mercancías, buscando mejorar la calidad del aire.
Las áreas urbanas, en las que vivimos la mayoría de ciudadanos europeos, deben ser lugares atractivos para vivir, trabajar, comprar y pasar el tiempo libre. Para ello necesitamos avanzar en medidas de transporte y movilidad sostenibles, con menor impacto en nuestra atmósfera.
También es importante que los ciudadanos particpemos activamente a nivel inividual, en nuestr apropia ciudad, a través de iniciativas como: vehículos compartidos, nuevas tecnologías (motores eléctricos, biocombustibles, etc), el uso de la bicicleta, nuevas zonas peatonales, en definitiva, avanzar hacia un nuevo concepto de movilidad.
Propongo:
-evitar consumos de esprays, aerosoles, disolventes que contengan CFCs, sustituir por pulverizadores
-revisar regularmente los sistemas de aitre acondicionado y cámaras frigoríficas
-llevar a cabo buenas prácticas de conducci´n, sin acelerones ni frenazos bruscos y apagando el motor en paradas de más un minuto
-mantener un uso responsable de la climatización en los locales de trabajo y en nuestras casas
-disminuir en lo posible el uso del transporte privado en la ciudad y fomentar ir en bicicleta, caminando, en metro o en autobus
Por último diré que el aire más limpio del mundo está sobre la parte central de los grandes océanos y sobre las regiones polares. La ciudad "donde jamás amanece" es Linden, en la provincia de Shanxi (China), catalogada como la ciudad más contaminada del planeta, se haya continuamente envuelta en una densa nube de humo y gas.

60 AÑOS DE FRACASO EN DERECHOS HUMANOS

EL 10 de Diciembre de 1948, los miembros de Naciones Unidas adoptaron la Declaración Universal de Derechos Humanos .
60 años después, en al menos 81 paises todavía se inflingen torturas o malos tratos a las personas, en al menos 54 se las somete a juicios sin las garantias debidas, y en al menos 77 no se les permite hablar con libertad.
Este es el balance del informe anual de Amnistía Internacional, ante el cual la organización plantea a los gobiernos del mundo un doble desafío:
Pedir disculpas por seis décadas de fracaso en derechos humanos .
Renovar su compromiso para actuar con mejoras concretas.
Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional, subrayó que son los más poderosos quienes tienen que predicar con el ejemplo. Es el caso de Estados Unidos, China , y la Unión Europea.
Khan también ha advertido que " Iraq y Afganistán demuestran que los problemas que afectan a los derechos humanos no son tragedias aisladas, sino que pueden propagarse con gran rapidez y ponernos a todos en peligro". Ha concluido diciendo " la gente inquieta e indignada, no se quedará callada, y los dirigentes mundiales pueden perder su poder si siguen ignorando a la opinión pública".

Informe 2008 Amnistía Internacional
El estado de los derechos humanos en el mundo.

AHORA, TENEMOS QUE SER MÁS SOLIDARIOS QUE NUNCA

Probablemente, la palabra"crisis" sea uno de los términos más repetidos a lo largo de los últimos meses en los medios de comunicación. Crisis financiera,hipotecaria, alimentaria, energética... los expertos auguran que nos encontramos ante un "cambio de ciclo"y, de una manera u otra, ya hemos empezado a notarlo en nuestra vida cotidiana. Pero, obviamente, la situación no es igual para todos. Como sienpre los más vulnerables ( en el Norte y en el Sur ) son los primeros en sentir el golpe y los que más ven tambalearse lo poco que con tanto exfuerzo han logrado construir.
Millones de familias en los paises en desarrollo se están viendo obligadas a reducir la cantidad de alimentos que comen o a vender sus escasos medios de producción.
Se espera un aumento de la hambruna en lugares como Burundi y Etiopía, entre otros muchos.
Además los vientos de crisis pueden traer consigo otros efectos, tal vez más callados, pero igualmente preocupantes. En las últimas semanas, se han empezado a levantar tímidas voces de alerta en contra del aumento de la ayuda oficial al desarrollo, argumentando que con esos recursos se podrían financiar otras medidas de apoyo a los consumidores y familias españolas. En definitiva, que está bien preocuparse del otro cuando a nosotros nos sobra, pero que ahora debemos priorizar nuestras propias necesidades.
Y, sin embargo, es precisamente en estos momentos cuando nuestra solidaridad es más necesaria que nunca. No tiene sentido que apostemos por la ayuda cuando hay crecimiento y nos planteemos dejar a los más vulnerables a su suerte cuando las cosas se ponen feas ( más feas siempre para unos que para otros ). Desde luego, no lo tiene desde una perspectiva solidaria, pero ni siquiera desde un planteamiento más egoísta .
En este siglo XXI, no se deberían adoptar políticas de sálvesese quien pueda en la que nosotros sigamos cómodamente instalados mientras se ignoran los derechos de millones de personas a nuestro alrededor, que carecen de lo más esencial para subsistir, como es la comida.
No deberíamos olvidarnos de ellos cuando más nos necesitan.